Hace tiempo que no os muestro una de mis creaciones. Hoy os
enseñaré una de las más recientes. La realicé para Inma para lucir en una boda a la que
asistió recientemente.
Al igual que algunas de mis clientas, Inma contactó conmigo
en Facebook. Hablamos sobre lo que necesitaba, la idea que tenía y cómo podría
ser el tocado. Las dos coincidimos desde el principio en realizar un tocado
ligero pero con vida, con movimiento. El cabello lo llevaría semi-recogido
hacia un lado, por lo que quedaría libre el lado opuesto; elección perfecta
para la idea que ambas planteamos para el tocado.
¿Banda o tocado?
Un ligero toque por delante, para descubrir lo mejor por detrás |
Vistió de Sonia Peña en un tono jade intenso y el tocado combinaba ese tono con otro más apagado, casi negro. Si os fijáis se asemeja a una banda, aunque no llega a cerrarse, pero en vez de rodear la cabeza, se dispone a lo largo del peinado, de manera que por delante parece más pequeño, aportando un sencillo toque al conjunto. Pero si pasas a verlo desde otro punto, en concreto desde la parte posterior, el tocado adquiere protagonismo absoluto frente al resto, disponiéndose así un ramillete de calas en sinamay al tono en cascada, bordeando el semi-recogido lateral y salpicado de plumas que combinan los colores de la composición.
Por tanto la originalidad de este tocado no sólo está en la
elección del tono o tipo de flores, sino en la colocación del mismo en la
cabeza. Es muy versátil pues se presta a adoptar otras formas, una de ellas muy
romántica: rodeando un moño bajo, por ejemplo. ¿Se os ocurre alguna otra? Pues
contádmela.
Parte posterior del tocado |
No quiero despedirme sin comentaros que también tuve la
suerte de vestir para la misma ceremonia a la madrina. Pero eso, si me
permitís, os lo cuento en un próximo post.
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