Sencilla, con gusto y rozando la simplicidad pues la
ausencia de joyas destacadas y de decoración en el cabello denota, al menos lo
creo así, que Doña Letizia es consciente
de la situación de su país, del que ya es reina, y de lo magno del
acontecimiento, queriendo no destacar sobre el gran protagonista del momento:
su marido, Don Felipe VI.
Ayer, 19 de junio de 2014, los Príncipes de Asturias eran
proclamados Reyes de España en un acto cargado de emotividad por ausencias destacadas,
como la del Rey Don Juan Carlos I, y por el significado que contenía este
evento.
Ya sabéis que en lo que a mí compete siempre estoy atenta al
tocado que pueda lucir y esta vez no es que lo llevara, más bien lucía la
versión sencilla y económica de una diadema. Así, su peinado consistía en una
trenza de raíz que se paseaba por el cabello de un lado a otro a modo de
diadema, dejando el resto del pelo suelto.
Como sus hijas también acudieron al acto, dejadme comentaros
que la misma sencillez de su madre la lucía su hija Leonor, Princesa de
Asturias. No así la pequeña de las hermanas, la infanta Sofía, que llevaba una
diadema en tono plateado con libélula cuajada de cristales blancos. Esta
diadema ya la ha lucido con anterioridad Doña Letizia.
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