Estamos en Semana Santa y en muchas ciudades mañana, jueves,
y pasado, viernes, las señoras visten de mantilla, acompañadas por un caballero
de traje y corbata, como manda la tradición, o simplemente para acompañar a la
cofradía por la que sienten devoción.
Cómo llevar la mantilla
Y es la mantilla uno de los tocados o vestimentas más
antigüos, con tradición y arraigo en nuestro país. Le acompaña una peina de
gran tamaño para elevarla, cuyo uso se remonta al siglo XIX. Si eres bajita
úsala bien grande pero si eres alta sé comedida en el tamaño.
La mantilla se usa en tono negro y puede ser de blonda,
chantilly o tul. Se acompaña de broche que la sujeta a la peina por detrás y
sea del material que sea, su color debe ser plata, al igual que los pendientes,
exornados con circonitas blancas o brillantes.
Como vestimenta un vestido negro, con mangas y hasta la
rodilla y el calzado debe ser tipo salón, al tono con el resto. El look
monocolor se tilda de plata sólo en la joyería o bisutería que lleves, pues
incluso el bolso ha de ser pequeño y negro o carey.
Un poco de historia de la mantilla
Como en otras prendas de vestir, sus comienzos fueron
humildes, pues era una prenda de abrigo eminentemente femenina, a medio camino
entre velo y capa. Aunque se la pueda considerar tocado, es más un símbolo de
luto y respeto por la muerte de Jesús, por lo que está cargada de significado
en la religión católica y como tal debe usarse en estas fechas.
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